Definitivamente no tienes idea del bien que me haces.Has logrado en mi lo imposible: me gusto tal y como soy.
Soy capaz de amarme aunque no sea capaz de ponerme por sobre ti.
No te das cuenta
que hasta mi cuerpo se porta mejor;
he bajado de peso y casi no enfermo. Como más sano y veo menos tele. Cierro más ciclos y abro más libros.
Hasta mis ojos ven más claro
y mi piel se mancha menos.
He aprendido a tomarme la medida.
Mis manías, mis defectos,
todos ellos revelados y expuestos.
He aprendido a domarlos bajo el yugo de mi convicción.
He aprendido mejor sobre ser más.
Más alegre, más amable,
más práctico, más decidido,
más risueño, más apasionado,
y también, más enamorado.
Hojeando mis páginas hacia atrás
me doy cuenta de que nada es lo mismo.
Se acabaron las burlas,
los insultos y la impotencia.
Se redujeron las lágrimas
y cambiaron las dudas.
¿Es que así se siente crecer?
Qué bien nos sienta.
Qué bien se siente.
Aunque tú ni te des cuenta.
Qué bien me sientas.
Cuánto te siento.
No cambiaría nada.
No tacharía una sola palabra.
Es el misterio de esta perfecta cronología,
prueba de que nada pasa por casualidad.
Y cuánta razón de la suerte que tenemos.
Coincidir se queda corto.
Cualquiera pensaría más bien en conspirar.
Qué conspiración más bella
que tú y yo hayamos coincidido.
Aunque no te des cuenta,
sacas lo mejor de mi.
Alguna razón hay de que aún no lo notes.
Paso a paso, uno a la vez,
en un tiempo que no se detiene y
espacios que cambian constantemente.
Cronología,
eso es todo lo que es.
Es perfecta.
Es bella.
Lleva un mucho de ti
y sin importar cómo termine esto,
me has convertido en la mejor versión de mi.