martes, 6 de enero de 2015

Desde dentro.



Prometo no volver a humillarme por amor.
No volver a mendigar un beso.
No volver a sentir las cosquillas en los labios de querer robar uno o muchos. 
Prometo no volver a detenerme. 

Prometo no volver a callar y no volver a arriesgar el "qué hubiera pasado"
Prometo demostrar que valgo la pena. 
Prometo no dudar de mi visceralidad. 

Prometo favorecer e incluso provocar las oportunidades de besar. 
No volver a consumirme en ganas. 
No esperar a que alguien más tenga la iniciativa. 
Prometo no sentarme a ver la vida pasar. 

Prometo vivir intensamente y amar aún más. 
Prometo contagiar el valor de querer y el ardor de desear.
Prometo provocarte lo que me provocas. 

Prometo hacernos sentir obscenos de intimidad. 
No dejar de hacerte efervecer. 
No dejar se enfríen los sabores que cocino. 
Prometo respetuosamente perdernos el respeto. 

Prometo soñar e incluir mis pasiones en cada sueño.
Prometo soñarte y soñarme, soñarnos y ensoñarnos y no despertar.
Prometo pasar las noches en vela junto a ti. 

Prometo escapar una docena de veces cada dos lunas a encontrarme contigo. 
No escatimar en detalles ni deseo.
No quedarme sin excusas para quererte ni sin razones para buscarte.
Prometo adueñarme de cada uno de tus suspiros. 

Prometo nunca parar de escribirte.
Prometo no temer al desamor. 
Todo esto te prometo, corazón de mi pecho, eternamente peleado con mi razón. 
Y te prometo que soy la clase de persona que cumple sus promesas. 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario