que con él no me he de empachar.
Guárdeme mis comentarios
que la gente ya habla demasiado.
Trágueme los celos,
porque tú y yo no somos nada.
Guárdeme mis dudas
porque a nadie interesan.
Olvídeme mis miedos
que no debo temer
a la bestia que ya me devoró.
Recoja mis pedazos
y llévelos yo mismo al basurero.
Ahórreme el desvelarme por pensar demás,
y ahórreme las neuronas y las ojeras que ello conlleva.
Evíteme los pañuelos y el helado frente al televisor.
Trágueme el nudo en la garganta
y alterne entre hablar, respirar y llorar.
Olvídeme de cualquier "señal" que me pareciera hubieras dado.
Ahórreme la tinta y la saliva.
Evíteme volver a sentirte.
Quédeme dormido con la pluma en las manos y los ojos empapados.
E imperativamente,
cálleme este sentimiento
que a mi trae miseria,
y a ti te da igual.
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