sábado, 1 de junio de 2013

Intruso.


¿A qué te sabe aparecerte por mi vida una y otra vez?
¿A qué te sabe joderme el ser y robarme el existir?

Tú eres el que no debería existir,
¡no en mi vida!

¿Quién te puso aquí?
¿Qué he hecho yo para merecer tu intrusión?

No soy,
Tú eres,
esa es la razón de que te prefiera.

Si no fueras,
si no existieras,
tal vez me escogería a mi.

Pero existes.
Y no bastaba con que existieras,
tenías que seguirme hasta aquí
y recordarme que siempre te sales con la tuya;
demostrarme que los hipócritas tienen finales felices,
y los justos, lo único que tenemos es miedo.

¿A qué te sabe mi odio de nuevo?
¿A qué te saben mis celos?

Provocas que me odie casi tanto como a ti.

No quiero ni verte
y no dejo de pensarte
ni de maldecirte lo suficiente con cada vez que te pienso.

Desde un principio supe que tenerte por aquí no traería nada bueno.

¿A qué te sabe mi dolor?
¿A qué te sabe mi punzada en el pecho?
¿A qué te sabe aparecerte justo cuando creí me tocaba ser feliz?
¿A qué te sabe destruirme y llevarte lo que más quiero?
¿A qué te sabe mi vida?

No hay comentarios.:

Publicar un comentario