martes, 6 de enero de 2015

Ombligo



Mi ombligo, que es tuyo, te extraña.
Se siente como mariposas cansadas de volar en mi estómago.
No han comido y están flacas de tu ausencia.

Qué bien me sabrían estos días nublados contigo; materializando el beso bajo la lluvia que reintentamos, 
compartiendo sombrilla, 
botando flores de papel en los charcos, 
dibujando tu nombre en las ventanas empañadas.

Me mantengo ocupado para ignorar que te ocupo.
Me pongo a cantarte, vocalizo y ensayo, me siento al piano para no desafinar.

Sólo me queda esperar.
Ver como nos cansamos, desesperamos, cómo caen una a una las mariposas.

Y no quiero, no quiero que así sea;
Eres lo más real que he tenido,
Si puedo decir que te tengo,
Y serás el dolor más real que nunca haya tenido también.

Nunca he sido bueno esperando.
Vivo rápido o intensamente, y ambas.
Ahora ambas nos llevan al lugar que temíamos llegar.

Recuerda que ambos decidimos quedarnos.
Y sí, estoy enamorado, pero podría ser peor.
Podría no ser correspondido.
Y dado que doy por hecho lo contrario, te quiero, 
Ame enfervorices, te venero, te soy y me vuelvo a ser.

No me queda más que recordar
que el tiempo es justo con los que saben esperar.
Pero hay que saber qué esperar.
Aquí te espero. 


Enviado desde mi iPad

No hay comentarios.:

Publicar un comentario