Música y tú...
Peligrosa combinación,
desgarradora...
Lábil al corazón necio y abusiva de una imaginación traicionera.
Música y tú...
Antes de dormir.
La receta perfecta para soñarte.
Música y tú...
En vísperas.
La trampa infalible de mi estúpida mente enamorada.
Así es.
Aunque muchos digan que la mente y el corazón están eternamente enemistados, en mi caso no es así.
Trabajan mutuamente y conspiran en mi contra.
La mente generando las ideas y las imágenes que el corazón anhela.
Maquinando para que el corazón consiga lo que quiere.
Siempre buscando satisfacer al corazón.
A caso mi mente está enamorada de mi corazón?
Tal vez los dos estén enamorados de ti.
Y es que es tremendamente absurdo que te sueñe llevándome un ramo de flores en un día especial.
A mí? Flores?
Qué tienen la flores?
Nunca nadie me ha dado flores.
Debió ser idea del corazón.
Y es que es tremendamente absurdo que te sueñe robándome de mi tarde planeada para llevarme al plan que tú ya tenías para mí.
Tú? Salir?
Salir conmigo?
Nunca nadie ha planeado enamorarme.
Debió ser idea de mi mente.
Absolutamente absurdo soñarte diciendo: "He sido un idiota contigo todo este tiempo, perdóname"
Y que dejaras de serlo por mí.
Afortunadamente
desperté y me di cuenta de que todo no era más que un truco de mi mente dirigida por mi corazón.
Son inquietos ellos.
Y, ¿sabes?
Tal vez ese es mi problema.
Con frecuencia me trago todo lo que me venden ese par de conspiradores,
y elevo mis expectativas a la altura de sus deseos.
Nunca esperes demasiado de la vida, mucho menos de la gente.
Así será más difícil que te decepcionen,
y de vez en cuando, más fácil llevarse una sorpresa.
Quien sabe!
A lo mejor y un día llegas a mí con un ramo de flores,
me invitas a salir y aceptas tus errores.
No es que yo no los cometa.
Ese día,
mi corazón y mi mente dejarán de ser conspiradores,
y se convertirán en mis videntes.
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