sábado, 4 de mayo de 2013

Buenas noches

Aún guardo en mi buró el último buenas noches que nos dimos...
El que dije lleno de celos de él,
Lleno de odio hacia mi,
Y lleno de resentimiento hacia ti...

Resentimiento...

Como el que siente el niño hacia sus padres cuando le acaban de romper la ilusión...

Tenía la ilusión de que me quisieras...

Y no tarde en arrepentirme de permitir que mis celos se dejaran ver.
Vi todo claramente y el resentimiento cambio por vergüenza.

Y es que tienes razón... Quien soy yo para juzgarte?

A mi solo me llega la versión resumida de tu historia de amor.
Solo me llegan las migajas que se le caen.

Tal vez,
yo no sé,
pero en realidad intentas protegerme, evitarme el dolor...
Tal vez no me quieres, pero me tienes compasión.

El caso es que lucho todos los días por no llamarte...
Por buscarte defectos y encontrarme razones...
Por no recordarte...
Por no pedirte que volvamos a salir.

Y cada que digo si,
por un ahogado latir,
término diciendo no...

Y cada que hago,
por un grito de mi conciencia,
empiezo a destruir...

Y por cada que te quiero,
en una punzada de recuerdo,
termino odiándome más...

Las cosas son así.
Llevan así muchas vueltas del reloj.
Varias casillas del calendario.

Así que perdón, te juzgué.
Pero... buenas noches.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario