miércoles, 8 de mayo de 2013

Perdón de Dios.

Dios me perdone por decir que mi madre está loca,
que me perdone por confirmárselo y decírselo en su cara.
Que me perdone ella por quererla y buscar su bien,
y que me perdone por guardarle la verdad todo este tiempo.

Dios me perdone por culpar a mi padre de mi infelicidad.
Dios lo bendiga por haberme escuchado y comprendido cuando le dije que me hacia daño.
Que me perdone él por odiarle y tenerle resentimiento toda mi infancia,
y que me perdone por guardarle la verdad todo este tiempo.

Dios me perdone por no ser el modelo de cristiano que mi iglesia hubiera querido.

Pero es que uno crece,
Se saca el dedo de la boca y se destapa la cara de niño asustado.

A veces no sé si seguir creyendo,
pero, supongo que lo sigo haciendo,
porque al final necesito algo en qué creer.

Dios perdone mi atrevimiento,
mi lujuria y cada vez que me entregué al placer.
Dios perdone mis blasfemias y la herejía que escribo.

Dios perdone mi pecado de amar,
ése que yo llamo amor
y que Él llamaría sodomía, asco, atrocidad.

Dios perdone todo el daño que hice a todos los que quiero, quise y querré.

Dios perdone todos mis enamoramientos.
Dios los bendiga por soportarme y no condenarme,
o en su defecto,
por no dar un cuerno por mi.

Dios perdone esta verdad de la que no puedo arrepentir ni avergonzar.

O mejor que no lo haga.

Si desde mi nacer, nací maldito;
despojo de Satanás,
hijo de la perversión,
sodomita cómplice del Súcubo,
aprendiz de Beelzebub...
Si desde mi nacer estuve condenado;
antinatural, fenómeno, miserable y descarado...
Entonces, no tengo perdón de Dios.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario