Me subo al coche, me amarro en el asiento, me pongo los audífonos y q nadie me moleste.
Es hora de mi dosis diaria de música para reparar las heridas...
Me pude ver atravesando la carne con la aguja, cerrando las heridas al compás, volviendo a respirar con cada nota.
Como gusanos que comen la carne putrefacta,
Como sanguijuelas alimentándose de la sangre enferma.
Así es como vuelvo a nacer.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario